Cómo concentrarte programando

Programacion

Hace un par de años leí un dos libros con el objetivo de lograr concentrarme al máximo mientras programo, algo que a día de hoy todavía no he logrado por completo. Son libros extensos cuyos contenidos dan vueltas en torno a ciertos conceptos simples que he encontrado útiles. Estos conceptos son los que intentaré exponer en este artículo, desde la perspectiva del desarrollo de software.

El objetivo de este artículo es el de poder crear un ambiente en el que logres trabajar centrado, sin distracciones y sin interrupciones, pudiendo así trabajar de forma profunda, a lo que en los libros hacen referencia como deep work. Los programadores no solo necesitamos pensar en el problema más inmediato que tenemos delante, sino que dicho problema seguramente derive de otro y a su vez, el problema derivará en muchos otros problemas, creando una estructura similar a la de un castillo de naipes. Sin embargo, la menor distracción puede hacer que una de las cartas se caiga, y si se cae tan sólo una de ellas, tu capacidad de trabajo se verá afectada.

Si trabajas desde casa las distracciones pueden ser bastantes, por lo que los retos no serán pocos, pero cuentas con la ventaja de poder configurar tu espacio de trabajo a tu antojo. El único modo mediante el cual algunas personas logran concentrarse consiste en estar a solas delante de la pantalla gran parte del día, aunque esto no siempre se traduce en productividad. He llegado a producir más en una hora estando concentrado que en ocho horas sin estarlo. El objetivo es el de evitar que tu mente comience a divagar o a pensar por sí misma en temas sin interés.

Si eres un programador o un ingeniero del software, has de saber que debes aprender cosas nuevas durante el resto de tu vida. Si en algún momento cesa el aprendizaje, dejarás de ser competente en tu trabajo, pudiendo incluso entrar en una especie de limbo profesional del que puede que te cueste salir, salvo que te especialices en algo o dediques muchas horas a reciclarte. Debes hallar un equilibrio entre tu productividad en el trabajo, el tiempo que dedicas a aprender cosas nuevas, tu tiempo libre y tu descanso diario. Si eres productivo mientras trabajas, tendrás más tiempo para el resto.

Una mundo de distracciones

Se habla mucho de las ventajas de Internet, que no son pocas, pudiendo estar conectado con cualquier lugar o persona a cualquier hora el día. Las oportunidades que ofrece Internet a los desarrolladores son inmensas. Sin embargo, a medida que Internet ha ido creciendo, el mundo se ha hecho cada vez más pequeño.

Como desarrollador ya no compites con las personas de tu entorno local o de tu país, sino con los mejores desarrolladores de todo el mundo. Si dejas de aprender tecnologías nuevas o no eres capaz de concentrarte adecuadamente en tu trabajo, estás condenado a la mediocridad. Un ejemplo es esta página, en la que escribo acerca de todo tipo de temas. Sin embargo, si no escribo acerca de nuevas tecnologías o no las aprendo, las personas que leen mis artículos o que me siguen escogerán a otra persona que vive en la otra punta del planeta, capaz de rendir y de aprender a un ritmo superior al mío.

¿Cuántas veces has comenzado una aplicación y luego te has dado cuenta de que cuando llevabas un 40% del proceso de desarrollo ya habían aparecido varias aplicaciones que hacen exactamente lo mismo? En mi caso no han sido ni una ni dos veces, sino casi una decena. La ansiedad no es rara en estos casos, y el único modo de lidiar con ella es que consigas concentrarte, logrando así varias horas de trabajo profundo.

El hecho de competir a nivel global tampoco tiene por qué ser malo, así que no lo consideraría una desventaja. Sin embargo, Internet sí tiene una gran desventaja la mires por donde la mires, y es el tremendo número de distracciones al que te somete diariamente, mostrando notificaciones en tu navegador, en tu teléfono y hasta debajo de tu almohada.

Sin embargo, cuentas con una ventaja, y es que la mayor parte de las personas jamás han logrado el trabajo profundo debido a todas las distracciones que tienen a su alrededor. En este artículo aprenderás a reducir el número de distracciones para lograr concentrarte de la mejor forma, aunque no esperes conseguir esto de un día para otro, ya que como digo, a mí todavía me cuesta. Ya seas un programador experto o estés aprendiendo con la intención de convertirte en programador, el trabajo profundo podría serte muy útil.

Deep Work: El trabajo profundo

Has de saber que trabajar profundamente es algo raro, así que no te extrañes si jamás has trabajado así. Por otro lado, es algo que tiene un gran valor y que te proporcionará grandes dosis de felicidad debido al ciclo de la dopamina, tal y como explicaremos.

El trabajo profundo no entraña ningún misterio, ya que sencillamente consiste en que elimines cualquier tipo de distracción y ansiedad interna con el objetivo de trabajar centrado en una tarea durante varias horas, sin pensar en absolutamente nada más.

El valor del trabajo profundo

Una de los requisitos que debe cumplir un buen programador es el de poder aprender cosas nuevas y dominarlas con la mayor rapidez posible. Además, también debes ser capaz de aplicar todo lo que aprendes en el mundo real. Si no aprendes, no avanzas, y el mundo hace casi dos siglos que ha dejado de ser más bien estático. Si dejas de aprender acerca de algún lenguaje de programación o sus librerías asociadas, patrones de diseño o cualquier otra tecnología, el mundo avanzará sin ti y, además, seguramente haya alguien que se encargue de ello en tu lugar.

Sin embargo, has de saber que si trabajas y aprendes siguiendo la metodología del trabajo profundo, podrás ser más eficiente aprendiendo y aplicando los nuevos conocimientos. El aprendizaje es algo que conlleva bastante tiempo y que exige concentración por tu parte. El tiempo de aprendizaje se reduce en la misma medida en la que aumenta tu concentración.

Por último, si tienes un empleo que te permita trabajar de esta forma, no te convertirás en un cadáver del mundo laboral aunque pierdas tu empleo, independientemente de tu edad. Se suele decir que las empresas quieren a gente joven; cierto, ya que una mente joven tiende a rendir más que una madura, aunque por el contrario, la mente joven carece de la experiencia acumulada. Cuando realizas muchas pequeñas tareas, la mente joven siempre rendirá mejor, pero cuando tu trabajo consiste en completar tareas relativamente largas o puedes realizar una tras otra, la experiencia acumulada cuanta mucho. De poco vale que seas joven cuando necesitas dar 20 vueltas a las cosas para llegar a la misma solución a la que un desarrollador más maduro ha llegado al segundo o al tercer intento. Este último tipo de tareas es el más adecuado para esta metodología.

Piensa en tu tipo de trabajo. Si trabajas en el ámbito del marketing o en ventas, lo único que debes aprender en un nuevo empleo es la burocracia de la empresa, que es algo en lo que todos los nuevos empleados parten de cero. Sin embargo, cuando tu trabajo involucra toda una década de experiencia y aprendizaje, ningún novato será competencia para ti. Y eso no quiere decir que los noveles no tengan lugar; todo lo contrario, ya que con el tiempo te irás moviendo a posiciones en las que actuarás como mentor.

El trabajo profundo es difícil

Por mucho que escuches hablar acerca de la eficiencia el en trabajo, son pocos los que logran tan sólo una hora de trabajo profundo diario. Además, si trabajas en una gran empresa tus posibilidades de trabajar de este modo se reducen debido al modo en el que estas empresas operan. Tratan a todos sus empleados por igual, independientemente de si eres un programador o un responsable de marketing. Recibirás oleadas de emails y serás agregado al canal de Slack de la empresa, en donde cientos de empleados escribirán montones de cosas que tus superiores esperan que leas.

Las grandes empresas suelen realizar una microgestión de las tareas de sus empleados, por lo que todo estará dividido al máximo en tareas muy pequeñas. Todas estas tareas implican una respuesta inmediata, por lo que no será raro que tengas que acudir a una reunión aunque estés centrado, rompiendo tu ritmo de trabajo. En mi caso, en las empresas en las que más he rendido ha sido en aquellas en las que el equipo de desarrollo no se relacionaba directamente con otros departamentos como el de ventas o el de marketing, en los que literalmente se chu**ban las p*ll*s los unos a los otros en Slack comentando lo buenos que eran en su trabajo, creando distracciones al resto. Esto es todo lo contrario de lo que estamos buscando.

En general, las startups serán las empresas en las que podrás obtener una mejor concentración, aunque las scaleups, que están en el siguiente nivel de desarrolo, tampoco suelen ser empresas obsesionadas con la microgestión. El caso es que no existe una métrica para el trabajo profundo, por lo que las empresas no suelen estar interesadas en este aspecto. Por desgracia, para muchas personas y empresas es mejor actuar como que estás ocupado que ser aparentemente improductivo mientra trabajas de forma profunda. Para muchos es mejor escribir tropecientas veces al día en Twitter acerca de la gran cantidad de cosas que sabes sin tener ni idea que escribir una sola vez a la semana con aquello que realmente sabes.

Cuando te pregunten qué has hecho en el día de hoy o ayer en tu trabajo, deberías nombrar una o dos tareas como mucho. Sin embargo, si nombras una gran cantidad de tareas, seguramente suene bien para tu interlocutor si no conoce el mundo de la programación, pero raramente serán tareas relevantes.

Si trabajas de forma remota será más fácil lograr varias horas de trabajo profundo, ya que podrás cerrar la aplicación de correo y cortar toda comunicación durante un par de horas sin que nadie perciba tu ausencia, volviendo a conectarte luego para realizar esas pequeñas tareas que rompen tu productividad.

Si trabajas por tu cuenta, ya no tendrás que responder a decenas de emails de pura burocracia, limitándote solo a lo realmente importante. En mi caso, raro es el día en el que no logro al menos dos horas de trabajo profundo y, aunque mejorable, no es una mala cifra. Trabajar más de tres horas de esta forma es realmente complicado, ya que la mente se desgasta a lo largo del día y pierde efectividad. En mi caso, trabajar entre dos y tres horas de este modo es todo un logro.

Si conoces a alguien que afirme que es capaz de trabajar ocho horas al día rindiendo al máximo, seguramente esté mintiendo o quizás ignore lo que es trabajar de verdad de este modo. Si una persona debe completar muchas pequeñas tareas simultáneamente, su trabajo raramente será de calidad, salvo que dichas tareas no sean complicadas.

El trabajo profundo es gratificante

En el mundo de hoy en día nos sentimos más productivos respondiendo a 30 emails que pensando acerca de cómo sacar adelante un proyecto mientras estamos sentados bajo la sombra de un árbol. Para empezar, no puedes contar los pensamientos, pero sí los emails. Sin embargo, es más fácil que la procrastinación esté en tu bandeja de correo o en tu muro de facebook que en tu cabeza. De entrada siempre preferirás el trabajo que es menos importante, ya que resulta más gratificante, aunque esta gratificación no dure demasiado.

Vamos a poner como ejemplo el caso de una persona que trabaja montones de horas al día realizando pequeñas tareas. Es muy bueno en su trabajo, pero cada vez que tiene que aprender algo nuevo o dedicar más de media hora a una misma tarea seguramente percibas su nerviosismo. Cada vez que cambiamos de tarea, el cerebro segrega una pequeña dosis de dopamina a la que está acostumbrado. Para que os hagáis una idea, la dopamina también se segrega cuando consumes cocaína o heroína. Su trabajo requiere cambiar continuamente de tarea, por lo que su cerebro va recibiendo pequeñas dosis de satisfacción. ¿Qué ocurre cuando tiene que dedicar bastante tiempo a alguna tarea? Que surge el nerviosismo, la ansiedad y la ira debido al síndrome de abstinencia, por lo que raramente completará la tarea. No hablamos de un problema de ser más o menos trabajador, sino de una adicción.

En mi caso, si bien este tipo de trabajo me hace sentir bien, no me siento productivo. Para mí, una vía de escape es la escritura, completando pequeñas porciones de trabajo diariamente con cada artículo que escribo, siendo a su vez lo suficientemente grandes como para ser relevantes. Siendo honestos, todos estamos enganchados a la dopamina, aunque nuestro objetivo debe ser el de priorizar las grandes tareas dejando de lado esas pequeñas dosis que recibimos con cada pequeña tarea.

Has de saber que el trabajo profundo de conducirá a unos niveles de satisfacción mucho mayores que los que consigues completando tareas poco relevantes. Cuando completes algún proyecto o tarea importante, debes saber apreciar su valor. Sea el resultado mejor o peor, para ti debería ser siempre importante, así que no dudes en compartirlo para que no se pierda en el cajón del olvido. Cuanto más aprecies tu trabajo, más fácil será para ti trabajar de forma profunda.

Cómo trabajar de forma profunda

Tu mente está preparada para las distracciones, de forma que puedas completar pequeñas tareas mientras estás expectante ante la aparición de algún posible depredador que pueda mermar el número de hembras de la tribu, poniendo en peligro a tu grupo. Sí, suena como si estuviésemos todavía en el paleolítico, y es que nuestra mente todavía no ha tenido el tiempo suficiente para adaptarse a los tiempos modernos. Quizás los seres humanos que haya dentro de 10.000 años ya no tengan problemas de concentración.

Es sorprendente la cantidad de niños de hoy en día que tienen trastornos de déficit de atención. Si bien los datos pueden estar en lo cierto, creo que están sesgados por el cambio en nuestros hábitos y estilo de vida. Las profesiones de hace varias décadas no necesitaban el grado de atención que necesitan las de hoy en día. El grado de distracción es exactamente el mismo que antes. Sin embargo, lo que han cambiado son los requerimientos profesionales.

Los departamentos de marketing no son tontos y se aprovechan de esta vulnerabilidad para captar nuestra atención, incitándonos continuamente a la distracción. El modo de abstraerte de todo esto consiste en establecer una serie de rituales que tendrás que cumplir día a día. ¿Recuerdas cuando eras pequeño e ibas pisando las baldosas de la calle evitando pisar las líneas? Si pisabas alguna línea te morías y, aunque la hayas pisado alguna vez y todavía estés entre nosotros, era un excelente metodología para autoconvencerte de algo. Has de tomártelo como un juego.

Crea un ritual de trabajo y cíñete a él

Según tu estilo de vida tendrás que crear diversos rituales que puedas seguir estrictamente. Vamos a ver algunos de ellos.

Elimina las distracciones permanentemente

Este método es el más estricto, y consiste en que elimines ciertas distracciones de tu vida de forma permanente, pudiendo así concentrarte tanto en tu trabajo como en tus momentos de ocio, que también son importantes. ¿Sabías que mientras haces scroll en Facebook durante varias hora al día podrías haber salido a correr, podrías haber aprendido a tocar algún instrumento o incluso podrías haberte terminado algún videojuego?

Cuando trabajes, céntrate en las tareas que conlleva y evita pensar en cualquier otra cosa. Es el único modo de hacer algo del mejor modo posible, marcando así la diferencia. Los escritores de éxito suelen centrare en escribir libros, sin dar conferencias o realizar ninguna otra actividad hasta que llegue el momento de promocionar su trabajo, una vez completado.

Debes aprender a prescindir de ciertas cosas. Recuerdo que hace más de una década estaba obsesionado con los logros de los videojuegos de mi Xbox. Obtenía el 95% de la diversión terminándome la historia principal de un juego, pero luego invertía el triple de tiempo completando retos sin lógica alguna. Mi único objetivo era el de ver un indicador aumentar y sentir que había completado algo, obteniendo tan sólo un 5% de la diversión que me podía proporcionar el título. Los logros de cualquier videojuego son el claro ejemplo de una técnica que se aprovecha del ciclo de la dopamina. Si te gusta jugar, juega, pero evita los logros o los juegos que se basen exclusivamente en este aspecto. Borra de tu vida cualquier aspecto que siga este tipo de mecanismos de adicción. Este ha sido un ejemplo personal, pero en tu caso puede ser cualquier otra cosa.

Dedícate mucho tiempo a una sola tarea

Hay personas que prefieren establecer periodos relativamente largos en los cuales se dedicarán exclusivamente a un tipo de tarea. Cuando termine el periodo, pasarán a otra tarea o tipo de tarea. Esto es ideal para personas que tienen mala memoria a corto plazo. También hay personas que optan por aislarse en algún lugar en el que completar un determinado proyecto. Un ejemplo de ello es la empresa CryTek, que optó por irse a un sitio aislado hasta terminar su primera producción, que fue Far Cry.

En mi caso, dado que sufro epilepsia, tengo ciertos problemas de memoria, por lo que suelo preferir las tareas largas. Al menos no pierdo la capacidad lógica, por lo que apenas me cuesta esfuerzo volver a ponerme al día.

Del mismo modo que dedicas largos periodo a una tarea, también puedes descansar retirándote a algún lugar durante un tiempo tras terminar algún proyecto, antes de comenzar a promocionarlo.

Dedica algo de tiempo diario a una tarea

Establecer un hábito diario es la mejor para la mayoría. Por ejemplo, podrías trabajar de forma profunda dos horas al día nada más levantarte, o quizás hacer primero una hora de deporte y después trabajar profundamente dos o tres horas. El mejor momento del día lo decides tú.

La ventaja de establecer un hábito es que luego te costará esfuerzo deshacerte de él. En mi caso sí he logrado crear varios hábitos, aunque en ocasiones los he creado cuando estaba desbordado de trabajo, viéndome obligado a abandonarlos. Asegúrate de que los hábitos son realistas. En mi caso, en cuanto mantengo el ritmo, escribo como mínimo un artículo al día. Si junto todo el esfuerzo realizado, resulta que a final de mes habré escrito lo equivalente a una pequeña novela.

Simplemente trabaja en algo de forma regular

Esta metodología no funciona para mí, pero sí para algunas personas que son capaces de trabajar regularmente en algo, sin establecer ni el cuándo ni el cómo. Por ejemplo, podrías trabajar en algo cuando sencillamente tienes tiempo libre o dedicarle un par de horas los fines de semana.

Sea cual sea tu ritual, si logras establecerlo, habrás dado el primer paso. Bueno, el segundo, ya que si estás leyendo esto, es que ya habrás cumplido el primer requisito, que consiste en mostrar interés.

Crea un entorno de trabajo adecuado

No debes esperar que las distracciones desparezcan y que la inspiración llegue por arte de magia. La inspiración debes buscarla y fomentarla en la medida de lo posible. Para empezar debes bloquear todo aquello que te pueda distraer mientras trabajas y seguir ciertas recomendaciones:

  • Deja tu móvil en otra habitación: En mi caso, apenas tengo aplicaciones sociales instaladas en el teléfono, aunque las notificaciones de las que tengo son más que suficientes para distraerme. A mí me basta con dejar el teléfono sin sonido en una mesa adyacente, aunque lo recomendable es dejar los dispositivos móviles en otra habitación.
  • Bloquea las redes sociales: Puedes usar la aplicación SelfControl o la extensión StayFocusd, entre muchas otras, que te permitirán bloquear las distracciones mientras trabajas. Estas aplicaciones permiten introducir una serie de páginas y bloquearlas durante un tiempo determinado, o también limitar el tiempo diario que dedicarás a las páginas o servicios indicados. En caso de que quieras acceder a ellas, tendrás que redactar manualmente un texto, lo cual evitará que accedes con tanta facilidad como antes. Si usas el navegador Chrome y quieres conocer más aplicaciones de este tipo, consulta el artículo, en el que explico cómo bloquear webs en Chrome.
  • Separa el trabajo del ocio: Si te gustan los videojuegos o realizas cualquier otra actividad que consideras como ocio electrónico, es recomendable que crees otra partición en tu disco duro, en donde tendrás otra instancia de tu sistema operativo con tus juegos y tus cuentas de Steam o GOG. En mi caso, sigo esta práctica desde hace más de 20 años, y funciona. Establece también un tiempo máximo de dedicación diaria al ocio electrónico. En mi caso, los videojuegos me ayudan a centrarme siempre y cuando los use con responsabilidad, aunque no soy el don perfecto de la productividad, ya que juego por diversión.
  • Vigila cuando piensas: Si tu mente encuentra una excusa para que te tires en el sofá o en la cama, probablemente sea un autoengaño. Si quieres pensar acerca de algo, que es algo sano, productivo y legítimo, siempre es mejor que salgas a pasear. Si tienes perro, sal con él y te lo agradecerá. Tal y como decía Nietzsche, las mejores ideas se conciben andando. Esto es algo que también hacía Steve Jobs, que era un gran fan de dar largos paseos con su perro.
  • Tómate un descanso: Es recomendable descansar unos minutos tras cierto tiempo de trabajo. Si estás concentrado, no pasa nada por extender este tiempo, pero una vez que tu energía mental comience a mermar, deberías parar unos minutos tras cada hora de trabajo. Durante este tiempo evita consultar las redes sociales o tirarte en la cama. Si te tiras en la cama, aunque solo sea con el objetivo de pensar, tanto tú como yo sabemos que estarás tumbado en ella como mínimo media hora, siendo difícil evitar la tentación de coger el teléfono. En su lugar, tal y como hemos dicho, es preferible que salgas a dar una vuelta y que te de el aire. Si hace mal tiempo, haz algo de ejercicio en casa o recoge la ropa del tendedero, que seguramente lleve ahí unos días.

Si tienes todo un piso o toda una casa para ti, podrías crear una oficina o lugar de trabajo en la que poder trabajar cómodamente y sin distracciones.

Un entorno de trabajo no solamente se debe limitar a las cosas físicas, sino que habitualmente también trabajarás con gente. Si lo que quieres es crear algo innovador, el hecho de trabajar con otras personas que tengan tus mismos intereses seguramente sea de gran ayuda.

Evita trabajar en modo multitarea

Es curioso que este sea un requisito en muchas ofertas de trabajo. Lo cierto, es que cuando trabajas en muchas tareas a la vez y cambias de una a otra rápidamente, malamente podrás hacer bien alguna de ellas, aunque eso sí, tus jefes y compañeros de trabajo creerán que estás haciendo montones de cosas.

Hay personas que no valoran el trabajo realizado durante largas horas, en silencio o acompañado de tu música preferida, puesto que les da la impresión de que realmente no estás haciendo nada. Sea como sea la persona ante la que debes responder, no te debes centrar en muchas tareas a la vez si pretendes trabajar unas horas de forma profunda. Reserva para este tiempo aquellas tareas que sean más importantes o críticas en un determinado momento.

Algo que te ayudará a completar las tareas más importantes consiste en que alguien espere algo de ti en un determinado momento, complicado si trabajas solo y no tienes un jefe. Si es tu caso, podrías establecer una fecha de lanzamiento para un proyecto o escribir en Twitter tus avances al final del día. No caigas en el error de crear tropecientas publicaciones diarias, algo propio de emprendedores ya establecidos que únicamente realizan tareas de marketing mediante las redes sociales, sino que debes aportar pocas cosas y que tengan cierto valor.

Evita las tareas falsamente productivas

Existen ciertas tareas que a priori podrían ser confundidas con tareas productivas, cuando en realidad forman parte del ocio o de la cultura general. Un ejemplo de ello, son los hilos de programación de Reddit o las noticias de Hackernoon, a las que puedes dedicar varias horas diarias cuando podrías estar haciendo otra cosa. Si acudes a estas fuentes, que sea cuando quieres aprender algo o cuando realmente lo necesitas. Además, lo más habitual es perderse en este tipo de sitios precisamente cuando el trabajo que tienes delante es más complicado.

Las páginas de noticias suelen robar tu distracción, así como las newsletters diarias. En mi caso, jamás me suscribo a boletines de noticias diarios. Escojo solamente aquellos con contenidos semanales o mensuales que seleccionan lo más relevante. El exceso de contenidos no es sano.

Debes aprender a aburrirte de nuevo, ya que antes de ser capaz de aprender de forma profunda, deberías ser capaz de evitar las distracciones fáciles y las tareas sencillas que no te aportan nada.

Con todo esto no quiero decir que no puedas consultar información de diversos tipos, ya que también yo lo hago, y mucho. Algo que podrías hacer para limitar el tiempo que dedicas a ello es establecer un horario o un tiempo máximo para ello. Por ejemplo, podrías reservar una hora diaria para navegar por Internet, ver vídeos de YouTube, consultar Facebook, Twitter, Instagram y demás redes sociales. Fuera de este tiempo, debes resistir la tentación.

Las redes sociales son por lo general una de las cosas que más tiempo roba a la gente en la actualidad, pudiendo pasar varias horas al día en Facebook o en Twitter, enzarzándote en discusiones, dando tu opinión o simplemente intentando estar al día en la industria en la que trabajas. Deberías alejarte lo máximo posible de las de las redes sociales, dejando tan sólo una hora diaria para ellas a lo sumo. Sin embargo, en ocasiones nos sentimos desconectados del mundo cuando no las usamos, ya que actualmente se han convertido en un pilar fundamental de la comunicación.

La naturaleza de las redes sociales nos insta a consultarlas regularmente, interrumpiendo nuestra jornada de trabajo. Por ejemplo, puedes usar aplicaciones como RescueTime para saber en qué inviertes tu tiempo y cómo los desperdicias. Funciona tanto en tu ordenador como en dispositivos Android e iOS, pudiendo además establecer un límite de tiempo diario para las redes sociales. Te resultará útil a no ser que tu trabajo implique el uso de ciertas redes sociales.

En mi caso sí las uso, aunque en Twitter sigo únicamente a gente de los sectores que me interesan. Es decir, no sigo a los típicos usuarios que escriben cuarenta cosas al día. En neoguias.com no me suelo centrar en las redes sociales, ya que prefiero centrarme en escribir contenidos útiles que en promocionarlos. Si eliminase las cuentas de FaceBook o de Twitter, esta página tendría más o menos las mismas visitas diarias.

Escoge aquello con lo que te entretienes

El ocio es también muy importante cuando hablamos de productividad. Actualmente tenemos una oferta de actividades y de contenidos casi ilimitada, por lo que no podemos abarcarlos todos, debiendo seleccionar aquello en lo que invertimos nuestro tiempo libre.

Hace años tenía la intención de ver absolutamente todas las películas que se habían creado, incluso las malas. Veía películas de los años 30, de los años 40 e incluso de Bollywood. Reservaba las películas malas para verlas mientras hacía otras cosas, aunque a las películas no les hiciese demasiado caso. Sin embargo, terminé por sentir que perdía el tiempo. Eran pocas las películas con las que obtenía buenas sensaciones, por lo que terminaron por aburrirme. Me di cuenta de que de cada 100 películas solamente me llamaban realmente la atención dos o tres, por lo que decidí que esas serían las que vería, y aún así, en ocasiones me llevo chascos.

Lo mismo ocurre con las series de Netflix o HBO. Debes ver exclusivamente aquellas que te llenen, evitando las seres comerciales que han sido producidas sin creatividad en base a ciertos parámetros. Veo series, pero solamente aquellas que realmente me gustan o son originales. Con los videojuegos ocurre lo mismo.

Además, debes limitar el número de horas que dedicas diariamente al ocio electrónico. Evita jugar o ver series más de una hora por día, al menos entre semana. Puede parecer poco, pero ocurre como con todo, ya que aún descontando los fines de semana mal será que no termines un par de temporadas de alguna serie o que no completes algún juego en ese tiempo a final de mes.

Descansa adecuadamente

El descanso es una de las partes más importantes de la productividad, ya que será imposible que tu mente se concentre si está cansada. El tiempo que puedes trabajar de forma profunda diariamente es limitado, así que no lo malgastes y aprovéchalo habiendo descansado lo suficiente el día anterior.

Una vez hayas terminado de trabajar, es recomendable que establezcas un ritual de descanso. Admito que en muchas ocasiones, al menos en mi caso, dejo todas las aplicaciones abiertas, así como las ventanas de la terminal o del IDE con el que programo, pero no es lo recomendable. Deberías cerrar todo y apagar el ordenador y, si trabajas en una oficina, no regresar hasta el día siguiente. Una vez haya finalizado tu jornada de trabajo, no consultes ni tu email.

Me gustaría también hablar de las bebidas energéticas, de las que llegué a abusar bastante en el pasado. Todavía me tomo alguna; pero de la bebida que consumo ahora semanalmente al mínimo de dos diarias que consumía antes, existe una gran diferencia. En ocasiones llegué a sobrepasar el litro de bebida energética diario, y esto no es bueno ni para tu salud ni para tu corazón. Y no caigamos en la trampa de que el café es mejor por ser natural, ya que al fin y al cabo hablamos de cafeína. Lleva tanta cafeína un café expreso o uno de cafeterías como Costa o Nero como un Monster, sino más, y de hecho podemos consultarlo en páginas como Caffeine Informer.

Las bebidas energéticas, si bien harán que no te duermas, te pondrán más nervioso, pero no por ello vas a rendir más. Si abusas de las bebidas energéticas durante el día y duermes mal por las noches, entrarás en lo que yo llamo el ciclo de la destrucción. Debes salir de él lo antes posible, antes de que tu estado de insalubridad sea perceptible y vaya a más. Los demás se darán cuenta de que estás destrozado físicamente, pero tú seguirás como si nada, cual persona que está enganchada a las drogas y lo deja cuando quiere.

Sin embargo, como digo, un café o una bebida energética de vez en cuando no son malos. Usa todo con moderación. Siguiendo estos consejos podrás concentrarte mejor, sin la necesidad de tener un nerviosismos extremo, subir tus niveles de estrés o acelerar tu metabolismo.

Intenta ser feliz

He experimentado montones de cosas y he tenido periodos buenos y malos, y puedo afirmar que cuanto más feliz seas, más productivo serás. Mantén un equilibrio entre tu vida laboral, familiar y social. No soy experto en ser feliz, pero sí puedo afirmar que el deporte arregla muchos problemas, haciendo que te sientas mejor, más capaz de lograr tus objetivos y más contento. Definitivamente, te ayudará indirectamente en tu trabajo aunque trabajes picando código.

Por último me gustaría aclarar que en este artículo he intentado plasmar lo he aprendido en varios libros, trasladándolo al campo de la programación y del desarrollo de software. He intentado trasladar lo que a mí me funciona, aunque no siempre he seguido estos consejos. Por ejemplo, mi adicción a las bebidas energéticas ocurrió tras un periodo productivo que sucedió tras seguir estos consejos. Pensé que las bebidas energéticas me ayudarían a trabajar más y mejor, pero no fue así.

Durante tu camino, seguramente pruebes varias técnicas, y aunque algunas te ayudarán, otras serán perjudiciales. Es importante que identifiques estos factores e intentes eliminarlos. Si es algo con lo que disfrutas, puedes mantenerlo y puede ser hasta bueno, pero al igual que todo, en su justa medida.

El resto depende de ti.


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Edu Lázaro: Ingeniero técnico en informática, actualmente trabajo como desarrollador web y programador de videojuegos.

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2 comentarios en “Cómo concentrarte programando

  1. Muchas gracias, me he sentido muy reflejado en muchos de los malos habitos que mencionaste y estoy seguro de que estos consejos me van a ser de utilidad (a menos que me autoengañe para ver Netflix en la cama a cada descanso que haga 😅)

  2. Hola Edu, agradezco mucho el tiempo que dedicas en escribir cada articulo. Te sigo desde hace un tiempo y el contenido junto con las explicaciones que das sobre Solidity son de gran ayuda. Muchas gracias por compartir tus conocimientos.

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“- Hey, Doc. No tenemos suficiente carretera para ir a 140/h km. - ¿Carretera? A donde vamos, no necesitaremos carreteras.”